Las cláusulas abusivas pueden reclamarse

Los contratos bancarios, esencialmente los contratos de préstamos y tarjetas revolving, y los de mini-préstamos, que merecen un capítulo aparte, están llenos de cláusulas abusivas predispuestas por las entidades financieras, y con el objetivo de quedarte con tu dinero.

Los métodos poco éticos y el abuso de confianza que se comete contra los clientes no merece un simple reproche moral, sino una respuesta legal que restituya los derechos del cliente y se obligue a devolverle lo que se le ha cobrado improcedentemente.

Antes de interponer una demanda judicial, es preciso dirigir escrito a la entidad financiera reclamando la anulación de la cláusula abusiva y la restitución de aquellas cantidades que se han podido cobrar por esta cláusula.

En contadas ocasiones las entidades acceden a esta petición. En algunos casos acceden a la eliminación de la cláusula nula pero no quieren ni oír hablar sobre devoluciones de dinero. Raros son los casos en que se avienen a cumplir con todo lo que hemos solicitado.

Como en este mundo hay de todo, nos encontramos con entidades como Wizink Bank, muy conocidos por la usura de sus tarjetas, que cuando les llega una reclamación de un abogado llaman al cliente e intentan puentearlo. Le ofrecen al cliente una cantidad, que ni de lejos es la que tienen que devolver, y le dicen que le van a rebajar los intereses, y de paso intentan enemistarlo con el abogado contándole que a este sólo le interesa el dinero.  ¡Cómo si ellos trabajaran gratis!.  Hermanitas de la caridad son.

Hay quien les hace caso, le dan 800 o 900 euros, que no los ve porque se lo descuentan de la deuda, y si tiene un 20% de intereses se lo dejan en un 19%. Así, ha perdido la oportunidad de recuperar miles de euros, aunque la tarjeta se la anulen. Total ¿para que la quiere? ¿para que le sigan robando? Hay muchas más tarjetas con intereses más ajustados.